Fondant para pasteles

1.- Engrasa generosamente una superficie de mármol o granito. Engrasa tambien un cuchillo-espátula. (Ver nota).

2.- Coloca 1 cucharada de agua en un recipiente pequeño y agrega la grenetina. Deja que se hidrate.

3.- Coloca el azúcar, 4 cucharadas de agua y miel de maíz en una cacerola pesada. Calienta a fuego medio, moviendo con cuidado, hasta que el azúcar se haya disuelto.

4.- Cuando el azúcar empiece a hervir, déjala en el fuego de 2 a 3 minutos o hasta que el jarabe haya alcanzado el punto de bola suave (ver nota).

5.- Mientras el azúcar hierve, calienta la grenetina hidratada a baño María hasta que esté líquida.

6.- Cuando el jarabe de azúcar esté listo, retira del fuego y coloca la base de la cacerola en agua fría para detener la cocción. Deja enfriar unos segundos.

7.- Agrega la grenetina y la glicerina al jarabe y revuelve con cuidado para mezclar bien.

8.- Vierte la mezcla sobre la superficie engrasada y revuelve con el cuchillo-espátula hasta que se forme una pasta con una consistencia similar a la del barro húmedo. Mezcla y amasa muy bien. Al principio el fondant estará bastante líquido, pero se endurecerá poco a poco. Después de 5 a 10 minutos de amasar y mezclar, quedará tan firme y arenoso que será difícil de trabajar. A este punto, engrasa tus manos y la superficie de trabajo y forma una bola de fondant, como si fuera masa de pan. Sigue amasando hasta que el fondant se convierta en una pasta suave y perfectamente tersa, sin grumos ni bolas.

9.- Envuelve el fondant en plástico adherente y refrigera durante toda la noche.